Probablemente el gimnasio no es el mejor lugar donde ir para renovar la vida espiritual. Y sin embargo, un cuerpo más sano puede ser lo que un creyente abatido más necesita. ¿Es posible gozar de una buena salud y disfrutar realmente la vida? ¿Ha puesto Dios principios que nos ayudarán a mantener nuestros cuerpos y mentes sanos? ¿Afecta la salud física la salud espiritual? ¿Es la Biblia solamente un libro de asuntos espirituales, o es también un manual completo de salud escrito por nuestro Fabricante? Marysol canta “La Peña de Horeb”.