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El Cristo Triunfante


Los templos deben ser habitación apropiada para Dios, 28 de mayo https://ift.tt/qCoG9gx “Dijo el rey al profeta Natán: Mira ahora, yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas”. 2 Samuel 7:2. Mientras David habitaba en su palacio de cedro, sintió perturbada su conciencia al reflexionar que no había ninguna habitación digna en la que pudiera residir el arca de Dios que simbolizaba la presencia divina. Aún descansaba en el tabernáculo que fuera construído en el desierto y llevado por todo el camino desde Horeb hasta Jerusalén, en un peregrinaje que casi se extendió por cuarenta años. Pero ahora el pueblo había finalizado dicho peregrinaje y se había radicado en forma permanente. David miró en derredor a los costosos edificios de cedro, los hogares que levantaron los pobladores radicados en la buena tierra de Canaán y consideró que la construcción de un templo sería algo más digno como residencia del Señor. Se determinó el sitio del edificio y se dieron las más completas instrucciones y Salomón inició la tarea... Muchos fueron los que participaron en la construcción del templo, y el edificio que erigieron fue espacioso y magnífico y el Señor del cielo los honró porque le habían construído un santuario donde podían reunirse para ofrecerle adoración. Y todos los que lo adoraron con ánimo sincero recibieron su bendición. El primer tabernáculo, construído de acuerdo con las instrucciones del Señor, fue bendecido por Dios. De este modo, el pueblo se habría de preparar para adorar en un templo no hecho de manos, el santuario celestial. Las piedras del templo construído por Salomón fueron acondicionadas en cantera y conducidas hasta el sitio en que se habría de erigir el santuario. Vinieron éstas sin que se escuchara el sonido del hacha o del martillo. Las maderas se prepararon en el bosque. Asimismo se trajeron los muebles listos para ser utilizados. Del mismo modo, la potente hacha de la verdad labró a un pueblo de la cantera del mundo y lo dispuso como su pueblo. Así también los que profesan ser hijos de Dios, han de ocupar un lugar en el santuario celestial. Anhelamos que este poderoso instrumento de la verdad opere esta misma obra en nosotros... Estamos en un período de prueba y hemos de pasar bajo la mano del Señor. Ha de pulirse todo borde áspero o superficie rugosa y así seremos como piedras acondicionadas para el edificio. Hemos traído a la iglesia capacidades con defectos de carácter que no debemos retener. Debiéramos ser adecuados y pulidos para formar parte del edificio. Debemos ser “colaboradores de Dios”, pues somos “labranza de Dios”, somos “edificio de Dios”. En consideración con todo esto, debemos velar para que el templo no se contamine con el pecado. Deberíamos ser piedras vivas, no muertas, sino vivas para reflejar a Cristo. Debemos adorarlo en espíritu y en verdad.—Manuscrito 49, 1886.

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La familia unida por lazos de amor, 24 de junio https://ift.tt/1Baq2Mw Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua. Proverbios 31:26. Cuando la madre pueda hablar una palabra de felicitación por la buena conducta de sus hijos, debiera hacerlo. Debiera animarlos con palabras de aprobación y miradas de amor. Esto será como luz del sol al corazón de un niño y conducirá al cultivo del respeto propio y el orgullo del carácter... Los niños tienen naturaleza sensible y amante. Se los puede agradar fácilmente pero también hacerlos fácilmente infelices. Por una suave disciplina con palabras y actos amorosos, las madres pueden ligar sus hijos a sus corazones. Manifestar severidad y ser exigentes con los niños son grandes errores. Se necesita firmeza uniforme y control desapasionado para la disciplina de toda familia. Diga lo que tiene que decir y lleve a cabo lo que dice sin desvíos. Dará recompensas el manifestar afecto en su asociación con sus hijos. No los rechace por...