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La Maravillosa Gracia de Dios


Perpetuo e inalterable, 30 de mayo https://ift.tt/JlbRj1Q Venid, y juntémonos a Jehová con pacto eterno que jamás se ponga en olvido. Jeremías 50:5. Un pacto es un compromiso por medio del cual las partes contratantes se obligan mutuamente al cumplimiento de ciertas condiciones. De este modo el instrumento humano entra en compromiso con Dios para cumplir las condiciones especificadas en su Palabra. Su conducta pone de manifiesto si respeta o no esas condiciones. El hombre gana todo al obedecer al Dios guardador del pacto. Se le imparten al hombre los atributos de Dios capacitándolo para ejercitar misericordia y compasión. El pacto de Dios nos asegura su carácter inmutable. Debemos conocer por nosotros mismos en qué consisten sus requerimientos y nuestras obligaciones. Los términos del pacto de Dios son: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo”. Estas son las condiciones de la vida. “Haz esto—dijo Cristo—, y vivirás”. Lucas 10:27, 28.—The S.D.A. Bible Commentary 7:932. La ley de Dios fue escrita por su propio dedo en tablas de piedra, lo cual demuestra que nunca podría ser cambiada o abrogada. Ha de estar en vigencia durante las edades eternas, tan inmutablemente como los principios de su gobierno... Cristo dio su vida para hacer posible que el hombre fuese restaurado a la imagen de Dios. Es el poder de su gracia el que une a los hombres en obediencia a la verdad.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 189, 190. Hermanos míos, permaneced cerca del Señor Dios de los ejércitos. Sea él vuestro temor y pavor... Tiempos de disturbios están delante de nosotros, pero si permanecemos unidos en los sentimientos de fraternidad cristiana, sin que nadie busque la preponderancia, Dios trabajará poderosamente en nuestro favor... Dios conoce cada una de nuestras necesidades. El posee la omnipotencia. Puede conceder a sus siervos la medida de eficiencia que necesitan según su situación. Su amor infinito y su compasión no se cansan nunca. A la majestad de la omnipotencia, él une la bondad y la compasión de un tierno pastor. No tenemos por qué temer que él no cumpla sus promesas. Él es la verdad eterna.—Joyas de los Testimonios 3:221, 222.

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