Ir al contenido principal

¡Maranata: El Senor Viene!


Los que claman “¡paz!”, 16 de mayo https://ift.tt/Q6mXS2u Venid, dicen, tomemos vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como éste, o mucho más excelente. Isaías 56:12. El mal siervo dice en su corazón: “Mi señor tarda en venir”. Mateo 24:48. No dice que Cristo no vendrá. No se burla de la idea de la segunda venida. Pero en su corazón y por sus acciones y palabras, declara que la venida de su Señor tarda. Destierra del ánimo ajeno la convicción de que el Señor va a venir prestamente. Su influencia induce a los hombres a una demora presuntuosa y negligente. Los confirma en su mundanalidad y estupor. Las pasiones terrenales y los pensamientos corruptos se posesionan de su mente. El mal siervo come y bebe con los borrachos, y se une con el mundo en la búsqueda de placeres. Hiere a sus consiervos acusando y condenando a los que son fieles a su Maestro... El advenimiento de Cristo sorprenderá a los falsos maestros. Están diciendo: “Paz y seguridad”. Como los sacerdotes y doctores antes de la caída de Jerusalén, esperan que la iglesia disfrute de prosperidad terrenal y gloria. Interpretan las señales de los tiempos como indicios de esto. Pero ¿qué dice la Palabra inspirada? “Vendrá sobre ellos destrucción repentina”. 1 Tesalonicenses 5:3... Los hombres están postergando la venida del Señor. Se burlan de las amonestaciones. Orgullosamente se jactan diciendo: “Todas las cosas permanecen así como desde el principio”. 2 Pedro 3:4. “Será el día de mañana como éste, o mucho más excelente”. Isaías 56:12. Nos hundiremos aun más en el amor a los deleites. Pero Cristo dice: “He aquí, yo vengo como ladrón”. Apocalipsis 16:15. En el mismo tiempo en que el mundo pregunta con desprecio: “¿Dónde está la promesa de su advenimiento?” se están cumpliendo las señales. 2 Pedro 3:4. Mientras claman: “Paz y seguridad”, se acerca la destrucción repentina. 1 Tesalonicenses 5:3. Cuando el escarnecedor, el que rechaza la verdad, se ha vuelto presuntuoso; cuando la rutina del trabajo en las diversas formas de ganar dinero se lleva a cabo sin consideración a los principios; cuando los estudiantes procuran ávidamente conocerlo todo menos la Biblia, Cristo viene como ladrón.28El Deseado de Todas las Gentes, 589, 590.

Entradas populares de este blog

SITIO EN CONSTRUCCIÓN...

PRONTO ENCONTRARÁ AQUÍ INFORMACIÓN IMPORTANTE ACERCA DE LAS ACTIVIDADES DEL CLUB DE CONQUISTADORES ASÍ COMO MATERIALES PARA LOS MIEMBROS DEL CLUB!!!

La Historia de la Redención

El libre albedrío del hombre https://ift.tt/ZktsaFi Dios instruyó a nuestros primeros padres con respecto al árbol del conocimiento, y ellos estaban plenamente informados acerca de la caída de Satanás, y del peligro de escuchar sus sugerencias. No les quitó la facultad de comer el fruto prohibido. Dejó que como seres moralmente libres creyeran su palabra, obedecieran sus mandamientos y vivieran, o creyeran al tentador, desobedecieran y perecieran. Ambos comieron, y la gran sabiduría que obtuvieron fue el conocimiento del pecado y un sentimiento de culpa. El manto de luz que los envolvía pronto desapareció, y presas del sentimiento de culpa y de haber perdido la protección divina, un temblor se apoderó de ellos y trataron de cubrir sus cuerpos desnudos. Nuestros primeros padres decidieron creer las palabras de una serpiente, según pensaban, que no les había dado prueba alguna de su amor. No había hecho nada por su felicidad y su beneficio, mientras Dios les había dado todo lo que era b...

Conflicto y Valor

Como un niño pequeño, 2 de julio https://ift.tt/6U8zYa9 1 Reyes 3:4-15. Y yo soy un niño pequeño... Da pues a tu siervo un corazón inteligente, para juzgar a tu pueblo. 1 Reyes 3:7, 9, VM. El lenguaje de Salomón al orar a Dios ante el antiguo altar de Gabaón, revela su humildad y su intenso deseo de honrar a Dios. Comprendía que sin la ayuda divina, estaba tan desamparado como un niñito para llevar las responsabilidades que le incumbían. Sabía que carecía de discernimiento, y el sentido de su gran necesidad le indujo a solicitar sabiduría a Dios. No había en su corazón aspiración egoísta por un conocimiento que le ensalzase sobre los demás. Deseaba desempeñar fielmente los deberes que le incumbían, y eligió el don por medio del cual su reinado habría de glorificar a Dios. Salomón no tuvo nunca más riqueza ni más sabiduría o verdadera grandeza que cuando confesó: “Yo soy un niño pequeño y no sé cómo me debo conducir”. Los que hoy ocupan puestos de confianza deben procurar aprender la l...