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Cada Día con Dios


Fidelidad en el servicio, 18 de junio https://ift.tt/QbXOH2M Quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente. 1 Pedro 2:23. Espero que no se impacienten con la crítica ni con los que buscan faltas; pero si eso viene, tengan en cuenta que ustedes no son perfectos, que es posible que se cometan errores, y que muchas faltas cometidas en el curso de la vida pueden dar ocasión a la sospecha, aunque los mismos que critican cometan errores similares. Muchos no piensan en esto, y como resultado de ello son inclementes con los demás, los juzgan comparándolos consigo mismos, como si tuvieran las mismas o peores debilidades. Sin embargo, individualmente, deberíamos tener una conducta que estuviera por encima de toda represalia. Deberíamos manifestar mucha sabiduría mientras avanzamos, haciendo nuestro trabajo con fidelidad, sin desviarnos ni a la derecha ni a la izquierda, para avanzar rectamente, con la mirada puesta en la gloria de Dios. La fortaleza de carácter no se revela tanto mediante los sentimientos que manifestamos a causa de la injusticia o los malos tratos, sino que el dominio propio y el firme control ejercido sobre una emoción fuerte manifiestan fortaleza de carácter y el espíritu de Jesús. El vencedor recibirá el fruto del árbol de la vida que se encuentra en medio del paraíso de Dios: Es la recompensa que se dará al vencedor, al cristiano trabajador y abnegado, que pelea la buena batalla de la fe. Deberíamos estar luchando noblemente para alcanzar la victoria. A todos los que combaten legalmente se les concederá la gracia de Cristo. Ahora bien, querido hijo mío [Edson], preocúpate lo menos posible de lo que la gente dice. Déjalos que digan lo que quieran, pero no permitas que ni en palabras ni en hechos se manifieste en ti el yo. El Señor quiere que sigas una línea de conducta que permita que te considere digno de confianza. Tienes habilidades que te capacitan para hacer el bien a los demás si no permites que los impulsos te arrastren. Si das evidencia de que tienes un firme apoyo en Dios, obtendrás respeto y confianza, y entonces podrás ejercer una influencia favorable al bien. Permitirás que tu luz resplandezca con los mayores beneficios. Tratarás de representar a Jesús. Sabes que nuestro Salvador fue maltratado, pero que no tomó represalias. Fue despreciado y rechazado por los hombres; ¿cómo pueden sus seguidores esperar algo mejor en esta vida?—Carta 99, del 18 de junio de 1886, dirigida a Edson y Emma White.

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