Ir al contenido principal

La Fe por la Cual Vivo


Una vida prestada, 10 de junio https://ift.tt/VMvhXOo Y acuérdate de tu Criador en los días de tu juventud, antes que vengan los malos días, y lleguen los años, de los cuales digas, no tengo en ellos contentamiento. Eclesiastés 12:1. “La vida es misteriosa y sagrada. Es la manifestación de Dios mismo, quien es la fuente de toda vida. Preciosas son las oportunidades de ella, y como tales deben ser perfeccionadas del modo más serio. Una vez perdidas, no han de volver jamás. “Ante nosotros Dios pone la eternidad, con sus solemnes realidades, y nos permite que echemos mano de temas inmortales e imperecederos. Nos presenta verdades preciosas y ennoblecedoras, para que podamos progresar en seguro sendero, en persecución de un objeto digno de que en él empeñemos seriamente todas nuestras capacidades.... Estamos en este mundo con algún fin. Dios ha señalado su plan para nuestra vida, y desea que alcancemos el más alto nivel de desarrollo. “Desea que crezcamos continuamente en santidad, en felicidad, y en utilidad.... Desea que la juventud desarrolle todas sus facultades, y que las ponga en ejercicio activo. Desea que los jóvenes gocen de todo lo que es útil y de valor en esta vida; que sean buenos y que hagan el bien, haciéndose para sí tesoro celestial para la vida futura. “Debería ser la ambición de ellos sobresalir en todo lo noble, lo elevado, lo desprendido. Para eso miren a Cristo como al modelo según el cual deben formarse. La santa ambición que Cristo manifestó en su vida deben ellos también sentirla, es a saber, la de hacer al mundo mejor por el hecho de haber vivido en él. Esta es la obra para la cual han sido llamados.”—El Ministerio de Curación, 378.

Entradas populares de este blog

La Historia de la Redención

El libre albedrío del hombre https://ift.tt/ZktsaFi Dios instruyó a nuestros primeros padres con respecto al árbol del conocimiento, y ellos estaban plenamente informados acerca de la caída de Satanás, y del peligro de escuchar sus sugerencias. No les quitó la facultad de comer el fruto prohibido. Dejó que como seres moralmente libres creyeran su palabra, obedecieran sus mandamientos y vivieran, o creyeran al tentador, desobedecieran y perecieran. Ambos comieron, y la gran sabiduría que obtuvieron fue el conocimiento del pecado y un sentimiento de culpa. El manto de luz que los envolvía pronto desapareció, y presas del sentimiento de culpa y de haber perdido la protección divina, un temblor se apoderó de ellos y trataron de cubrir sus cuerpos desnudos. Nuestros primeros padres decidieron creer las palabras de una serpiente, según pensaban, que no les había dado prueba alguna de su amor. No había hecho nada por su felicidad y su beneficio, mientras Dios les había dado todo lo que era b...

El Cristo Triunfante

Cristo crecía “en sabiduría” al hacer los negocios de su padre, 4 de agosto “¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? Lucas 2:49. https://ift.tt/Ym8H1yI Cada año sus padres iban a Jerusalén a fin de asistir a la fiesta de la Pascua, y cuando Jesús cumplió doce años fue con ellos a la ciudad. Cuando la fiesta concluyó, sus padres, olvidándose transitoriamente de Jesús, emprendieron el regreso al hogar con los familiares que los acompañaban y no percibieron que Jesús no estaba en el grupo. Suponiendo que estaba con ellos, avanzaron todo un día de camino antes de corroborar que no estaba allí. Atemorizados y preocupados por lo que pudiera haberle ocurrido, regresaron a la ciudad... “Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles”. Los doctores [de la ley] eran hombres muy eruditos y aún ellos se asombraban al escuchar a Jesús formularles sorprendentes preguntas y se dieron cuenta...

Conflicto y Valor

Como un niño pequeño, 2 de julio https://ift.tt/6U8zYa9 1 Reyes 3:4-15. Y yo soy un niño pequeño... Da pues a tu siervo un corazón inteligente, para juzgar a tu pueblo. 1 Reyes 3:7, 9, VM. El lenguaje de Salomón al orar a Dios ante el antiguo altar de Gabaón, revela su humildad y su intenso deseo de honrar a Dios. Comprendía que sin la ayuda divina, estaba tan desamparado como un niñito para llevar las responsabilidades que le incumbían. Sabía que carecía de discernimiento, y el sentido de su gran necesidad le indujo a solicitar sabiduría a Dios. No había en su corazón aspiración egoísta por un conocimiento que le ensalzase sobre los demás. Deseaba desempeñar fielmente los deberes que le incumbían, y eligió el don por medio del cual su reinado habría de glorificar a Dios. Salomón no tuvo nunca más riqueza ni más sabiduría o verdadera grandeza que cuando confesó: “Yo soy un niño pequeño y no sé cómo me debo conducir”. Los que hoy ocupan puestos de confianza deben procurar aprender la l...