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Reflejemos a Jesús


Las vírgenes prudentes hicieron brillar su luz, 16 de julio https://ift.tt/5ZjPkz1 Mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. Mateo 25:4. En la parábola, las vírgenes prudentes tenían aceite en las vasijas de sus lámparas. Su luz ardió con llama viva a través de la noche de vela. Cooperaron en la iluminación efectuada en honor del esposo. Brillando en las tinieblas, contribuyeron a iluminar el camino que debía recorrer el esposo hasta el hogar de la esposa, para celebrar la fiesta de bodas. Así los seguidores de Cristo han de verter luz sobre las tinieblas del mundo. Por medio del Espíritu Santo, la Palabra de Dios es una luz cuando llega a ser un poder transformador en la vida del que la recibe. Implantando en el corazón los principios de su Palabra, el Espíritu Santo desarrolla en los hombres los atributos de Dios. La luz de su gloria—su carácter—ha de brillar en sus seguidores. Así ellos han de glorificar a Dios, han de iluminar el camino a la casa del Esposo, a la ciudad de Dios, a la cena de bodas del Cordero. La venida del esposo ocurrió a medianoche, es decir en la hora más oscura. De la misma manera la venida de Cristo ha de acontecer en el período más oscuro de la historia de esta tierra. Los días de Noé y Lot pintan la condición del mundo precisamente antes de la venida del Hijo del Hombre. Las Escrituras, al señalar este tiempo, declaran que Satanás obrará con todo poder y “con todo engaño de iniquidad”. 2 Tesalonicenses 2:10. Su forma de obrar es revelada claramente por las tinieblas que van rápidamente en aumento, por la multitud de errores, herejías y engaños de estos últimos días. No solamente está Satanás cautivando al mundo, sino que sus mentiras están leudando las profesas iglesias de nuestro Señor Jesucristo. La gran apostasía se desarrollará hasta llegar a las tinieblas de la medianoche, impenetrables como negro saco de cilicio. Para el pueblo de Dios será una noche de prueba, una noche de lloro, una noche de persecución por causa de la verdad. Pero en medio de esa noche de tinieblas, brillará la luz de Dios. El hizo que “de las tinieblas resplandeciese la luz”. 2 Corintios 4:6. Cuando “la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz, y fue la luz”. Génesis 1:2, 3. De la misma manera, en la noche de las tinieblas espirituales, es emitida la orden divina: “Sea la luz”. El dice a su pueblo: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti”. Isaías 60:1. “He aquí—dicen las Escrituras—que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria”. Isaías 60:2.—Palabras de Vida del Gran Maestro, 340-342.

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