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A Fin de Conocerle


La fe ve más allá de las tinieblas, 14 de agosto https://ift.tt/KTe0LB9 Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Salmos 37:3. “Confía en Jehová”. Cada día tiene sus preocupaciones, zozobras y perplejidades; y cuando las enfrentamos, cuán dispuestos estamos a hablar de nuestras dificultades y pruebas. ... Algunos siempre están temiendo y buscando problemas. Cada día están rodeados por las señales del amor de Dios, cada día disfrutan de la abundancia de su providencia; pero pasan por alto estas bendiciones del momento presente. ... ¿Por qué hemos de ser desagradecidos y desconfiados? Jesús es nuestro amigo. Todo el cielo se interesa en nuestro bienestar; y nuestra ansiedad y temor afligen al Espíritu Santo de Dios. No deberíamos fomentar afanes cuyo único resultado es irritarnos y gastarnos, y no ayudarnos a sobrellevar las pruebas. No debería dársele lugar a esa desconfianza en Dios que nos conduce a hacer nuestra preocupación esencial de la vida la preparación para afrontar necesidades futuras, como si nuestra felicidad consistiera en poseer estas cosas terrenas. Podéis estar perplejos en los negocios; vuestras perspectivas pueden tornarse cada día más oscuras, y podéis estar amenazados por cuantiosas pérdidas. Pero no os desaniméis; echad vuestra preocupación sobre Dios, y permaneced tranquilos y gozosos. Comenzad cada día con una ferviente oración, sin dejar de ofrecer alabanza y agradecimiento. Pedid sabiduría para conducir vuestras ocupaciones con prudencia y prever así pérdida y desastre. Haced todo lo posible para que haya resultados favorables. ... Luego, confiando en vuestro Ayudador después de haber hecho todo lo posible, aceptad gozosamente el resultado. No siempre será ganancia desde el punto de vista mundano; pero posiblemente el éxito habría sido lo peor para vosotros. Necesitamos considerar la gloria de Dios en todos los negocios de la vida; necesitamos una fe viviente que se aferre de las promesas de Dios.—The Review and Herald, 3 de febrero de 1885.

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